La mayoría de los alcaldes de La Guajira fueron elegidos y luego demandados, y sus elecciones están en riesgo de ser anuladas. La situación ha dejado un vacío de liderazgo en varios municipios y, lo que es aún más grave, ha sumido a la población en un estado de interinidad, desesperanza e incertidumbre.
Pero detrás de esta crisis no solo hay problemas legales o administrativos, sino una situación más profunda: la falta de responsabilidad política de los que, en su afán de poder, no les importa hacer pactos hasta con el diablo para ganar una alcaldía, sin medir las consecuencias que esto tiene para la gente.
Otro problema es el de los que pierden, porque en su desesperación de tener alguna posibilidad de victoria, no les importa acudir a todos los medios posibles para deslegitimar la elección del ganador.
Las elecciones en La Guajira son terreno fértil para la manipulación y el oportunismo. Muchos candidatos siguen adelante sin importar las posibles sanciones, a pesar de sus........