Realmente fueron unas elecciones absurdamente atípicas
Aún más atípico, fue el que Caicedo quisiera medir fuerzas con el presidente Petro, sabiendo que saldría vencedor. Conocido el resultado, no demoró el intercambio de insultos y reclamos de parte y parte. No es accidental lo acontecido, ya que la malquerencia entre Caicedo y Petro es conocida. Lo curioso de esta situación, es que, en lo referente al intercambio de insultos y reclamos, ambos tienen razón.
Si alguien esperaba un resultado diferente a que ganara el candidato de Caicedo, se estaba engañando. Por el contexto en el que se produjo todo, y con los tiempos en juego, el movimiento que tenía la logística instalada, iba a ganar, y esa persona era Caicedo, ya que había tenido la gobernación por dos años, y tenía y tiene a su gente enquistada en la burocracia.