Cada día llegan a mi WhatsApp más y más mensajes de ventas de apartamentos, casas y objetos y enseres acumulados a lo largo de toda una vida de trabajo y sacrificios, en la mayoría de los casos. Son tantas, que terminan rematando todo a precios irrisorios… Hay una nueva oleada de la diáspora, producida por el desconocimiento del resultado de las elecciones presidenciales de julio.
En 2015 escribí un artículo para El Estímulo que se volvió viral. Era la primera oleada importante en el número de personas que se marchaban. Ya antes se había ido gente. Pero 2015 fue el primer año de la diáspora en cantidades que jamás hubiéramos pensado. Comparto con ustedes ese artículo, porque es el mismo dolor de hace nueve años. ¡Pobre del país del que se van sus jóvenes!
Se llama Verónica, pero podría llamarse Ana, Luisa, Javier, Andrés… Verónica se va de Venezuela. Va a engrosar la lista de emigrantes venezolanos, como ya se ha hecho usual.
Verónica se va de Venezuela. Ella es una profesional estupenda. Y además es docente. ¡Se están yendo nuestros docentes buenos! Está en sus tempranos........