El 30 de octubre leí en X un mensaje de la cuenta “La hija de don barredora”, que dice: “Hace unos años mi mamá escuchaba gritar un nene de 2 años. Varias veces, los gritos subían por el vacío del edificio. Ella llamó a la policía, en la 2da visita, descubrieron que el nene era abusado por el padrastro. Desde entonces, no me importa si en algún momento llego a incomodar a alguien, siempre aplico lo mismo que mi mamá: si escucho un niño gritando desesperado, (incluso un animal llorando), llamo a la policía. Prefiero quedar como la sapa, a quedar como la persona que pudo hacer algo ante una desgracia y no lo hizo”. Sabias palabras. Recordé a mi papá que desde pequeña me inculcó que “siempre que estuviera frente a una injusticia, levantara mi voz, aunque fuera la única que lo hiciera”.
Hoy vuelvo a levantarla por los presos políticos. Y esta vez, en particular, por los menores detenidos. Hay discapacitados entre ellos, incluso un joven con TEA (Trastorno........