Por encima de tanto acontecimiento destacable, la posesión del gran Milei, ese sí que en Argentina cambiará las cosas para bien, no como Petro que quiere cambios por odio, resentimiento y por una desueta ideología; ignoremos las estupideces de los ministros, los avances destructivos de Petro y, aunque esta no es ni pretende ser una columna deportiva, la prioridad la tiene ¡Junior tu papá! “Si no se sufre, no es Junior”.

Cuando esto se escribe aún no se juega en Medellín la segunda parte de la final, que lo más probable es que hayamos amanecido como campeones. Pero independientemente del partido y del resultado, hay que resaltar el proceso de un equipo que hace muy poco estaba penúltimo en la tabla, nadie daba un peso por su ingreso a los ocho, y terminó primero en su grupo, y ojalá ganando su décima estrella.

No importa, porque hubo fe, acierto tras acierto, y confianza en nuestros jugadores caribes y, sobre todo en el técnico, que se la jugaron con el samario Arturo Reyes, le dieron la oportunidad y la continuidad. Estrechamente vinculado al equipo, Reyes demostró que para liderar un grupo local no hay que ser extranjero ni tener pergaminos en nuestros torneos y, mucho menos ínfulas de sabihondos, sino solamente entender y compartir la idiosincrasia y mentalidad del fútbol caribe, que su objetivo es el gol, fíjense que nuestra selección funciona bien porque sus atacantes son de por acá. Mesurado, con humildad y sin aspavientos, Reyes poco a poco les fue inoculando sus conceptos, hasta llegar al agresivo sistema que ha mostrado el equipo juegue o no de local. Mentira que los directivos botan a los técnicos: a estos los bota la hinchada, y los directivos sólo les dan la mala noticia. Y la hinchada está entusiasmada con la continuidad de Reyes para el 2024.

Ni hablar de la aparición de Carlos Bacca, el genial porteño que con humildad, seriedad, esfuerzo y sacrificio regresó a ser el goleador de siempre, el triunfador en Europa, el juniorista de corazón que nunca dejó de ser, el ejemplo para los jóvenes que se inician y que, cuando se ganan los primeros pesitos, se sienten estrellas y se estrellan, como le pasó a Jarlan, que ojalá no le ocurra a Léider Berrío, José Enamorado, Jermein Peña, Jhon Vélez, y muchos otros jóvenes futuras estrellas del Caribe, hay muchos, y Junior está en la tarea de encontrarlos y contratarlos. ¡Bien por los Char!

No importa si ganamos o perdimos la final, si somos o no campeones. Lo que importa es que, para ardides de los cachacos, gane o pierda, Junior siempre será “TU PAPÁ”.

rzabarainm@hotmail.com

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¡Tu papá! | Columna de Roberto Zabarain

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14.12.2023

Por encima de tanto acontecimiento destacable, la posesión del gran Milei, ese sí que en Argentina cambiará las cosas para bien, no como Petro que quiere cambios por odio, resentimiento y por una desueta ideología; ignoremos las estupideces de los ministros, los avances destructivos de Petro y, aunque esta no es ni pretende ser una columna deportiva, la prioridad la tiene ¡Junior tu papá! “Si no se sufre, no es Junior”.

Cuando esto se escribe aún no se juega en Medellín la segunda parte de la final, que lo más probable es que hayamos amanecido como campeones. Pero independientemente del partido y del resultado, hay que resaltar el........

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