Las recientes cifras sobre la tasa de fecundidad en Colombia, que han caído a 1.7 hijos por mujer, nos invitan a reflexionar sobre un fenómeno que, aunque aparentemente positivo, plantea desafíos para el futuro del país. Este descenso, por debajo del nivel de reemplazo generacional (2.1 hijos), refleja transformaciones demográficas y sociales que merecen atención.
En principio, la caída de la fecundidad puede verse como un signo de progreso. Menos nacimientos sugieren mayores niveles de autonomía para las mujeres, mejor acceso a la educación y mayor capacidad de planificación familiar. La creciente participación femenina en el mercado laboral y la toma........