Las ambivalencias de la Reforma

Salvo contadas excepciones, no suelo darle mayor valor a las posiciones absolutas, pues creo que casi todas nuestras acciones o decisiones conllevan, en mayor o menor grado, beneficios y perjuicios. La historia está plagada de ejemplos: lo que en un momento se presenta como un indudable avance puede generar efectos adversos no deseados, mientras lo que parece un error puede traer consigo aprendizajes o ventajas imprevistas. Casi nada es enteramente bueno o enteramente malo; lo sensato es reconocerlo antes de aplaudir o rechazar por completo una propuesta. En asuntos políticos y económicos, aceptar esa lógica de claroscuros ayuda a enfocar cualquier discusión en términos........

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