Sequimos con la esclavitud | Columna de José Manuel Restrepo

Mayo de 1851 fue un mes histórico para Colombia. Lograr el fin de la esclavitud sin condiciones había sido el sueño de muchos, luego de victorias parciales como la libertad de vientres y la prohibición del comercio de personas traídas de África. No obstante, dicen algunos que esa abolición se dio cuando ya la esclavitud no era sustantiva para nuestra economía. La medida se tuvo que implementar antes, si el verdadero interés hubiese sido la libertad.

En el mundo de hoy vivimos otra aberrante expresión de ausencia de libertad, una esclavitud moderna: el acceso a un crédito costoso e impagable, que se suele llamar “gota a gota” o “pagadiario”, un crédito que condena a los vulnerables. Este modelo de “negocio” juega con la dignidad humana de los que enfrentan una necesidad o desean financiar un sueño al imponer tasas de interés........

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