Las altas tasas de morbimortalidad evidencian la crisis de salud mental en el mundo, potenciada por la pandemia; sin duda, son cifras devastadoras. Por ello, resulta necesario potenciar los esfuerzos para atenderla oportunamente y prevenir consecuencias fatales, en los entornos familiares, educativos, laborales y demás espacios sociales.
Desde la academia, lamentamos y sufrimos los hechos registrados en centros de estudios superiores que han involucrado a jóvenes talentosos, con sueños y proyectos de vida, que pusieron fin a su camino. Cada uno de ellos deja una honda huella entre sus allegados y, en su nombre, corresponde a la sociedad........