Por ser yo un dinosaurio en cuanto al uso de las tecnologías para redactar textos, continúo escribiendo, incluso esta columna, a mano, con lapicero y papel. Más allá de la costumbre o, si se quiere, la nostalgia de emplear el lápiz o el bolígrafo para escribir sobre un cuaderno, libro o un papel, esta sencilla actividad que muchos practicamos diariamente, alternándola o no con las herramientas tecnológicas, se ha demostrado que tiene consecuencias positivas sobre la actividad neurológica del ser humano.
A mi juicio, las ventajas que supone escribir en un ordenador o cualquier otro aparato electrónico no se equiparan con las de tomar........