Demagogia anticorrupción | Columna de Jorge E. Robledo

No voté por Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 2018 y 2022. Voté en blanco. No voté por él por muchas razones, incluido que en 2010, luego de ser el candidato del Polo derrotado por Santos –el hombre de Uribe en esa elección–, Petro nos exigió que respaldáramos a Santos. Y como le rechazamos su desproporción, rompió con el Polo y, a punta de mentiras, se dedicó a hacerle daño.

Luego de dos años en la presidencia, he concluido que el gobierno de Petro resultó peor de lo que pensé, empezando porque ratificó el modelo económico neoliberal que está arruinando, entre muchos otros, a las fábricas de acero y a los ganaderos de la leche.

Por razones de espacio me centraré en la corrupción nacional, que no empezó hace dos años y no es de “manzanas podridas” sino un sistema nacional montado entre........

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