Se estira Calixto Avena, era la frase preferida del que ocupaba el puesto de arquero en nuestros improvisados partidos en la calle en la época de mi infancia. Era la imagen que teníamos grabada en nuestro cerebro: la corpulenta figura del arquero de Junior quien ‘volaba’ para atrapar el balón. La pelota quedaba como adherida a sus manos, inmóvil, presa entre sus diez dedos.
Fuerte, seguro, de físico tarzanesco. Nacido en San Antero, Córdoba, tierra tradicionalmente beisbolera, Avena prefirió profesionalmente los guantes de arquero y no las manillas. Y esa decisión lo hizo quedar en........