Del partidazo Junior 3, Medellín 2, primero de la final de la Liga, me quedo con los 15 primeros minutos del juego. Fueron 900 segundos trepidantes. Como el primer golazo de Bacca y el de Enamorado pasando el balón por entre las piernas de Varela.
Me quedo también con el pelotazo de Enamorado a Déiber, a los 32 minutos, que pudo haber anotado un tercer gol que, en ese momento, hubiera definido el ritmo del partido a uno menos peleado. Me quedo con el gran........