El pasado viernes centenas de trabajadores de la Universidad del Norte fueron desvinculados. Aunque algunos de los ganadores de esta lotería de despidos laborales que recibieron su liquidación y debida indemnización se sientan sorprendidos, es algo que ya se veía venir.
Sostener una nómina costosa en una universidad que desde su fundación a priorizado por la calidad y excelencia académica, en tiempos de deserción estudiantil, sumado a la suspensión de programas de becas gubernamentales que significaban un grueso ingreso financiero. Son situaciones ajenas a la responsabilidad de las directivas y se sentía que venían desiciones........