La intención de este discurrir intelectualoide sobre esta jerga popular no es tratar de analizar la expresión de este incómodo titular desde la alusión a un señalamiento homofóbico dirigido a quien llega de último durante una carrera.
Más bien, se trata de entender la esencia del comportamiento de la sociedad política y civil de nuestro país, la cual he querido, atrevidamente, generalizar desde la extracción semántica de una expresión popular.
Me refiero a la vergonzosa costumbre de reconocerle al individuo oportunista y aprovechador un carácter positivo de “viveza”, mientras se estigmatiza al que se apega a las reglas, siendo víctima del........