Es de madrugada, una lluvia pertinaz cae con el único propósito de intensificar aún más el frío. Estoy abrigado, esperando el carro que me llevará al canal. Acabo de hacer mi oración personal, agradeciendo por todas las bendiciones y pidiendo por las personas con las que me encontraré en este espacio de televisión, como lo he hecho durante los últimos 18 años. Reviso las notas garabateadas en mi libreta, las ideas de los textos bíblicos que corresponden a este día, y escarbo en mi corazón para reencontrar los motivos que me llevan, en esta madrugada fría, a exponerme ante esa cámara y compartir unas ideas.
El primer motivo que surge con........