Sombras de guerra en el Pacífico

Que Pekín haya acusado esta semana a Tokio de representar una “amenaza militar inaceptable” no es una reacción impulsiva: es una señal inequívoca de que el equilibrio estratégico del Asia-Pacífico está entrando en una fase más peligrosa, menos contenida y profundamente militarizada.

La diplomacia ya no amortigua la tensión; ahora apenas la administra. El trasfondo es claro: Japón dejó atrás, de manera definitiva, el pacifismo cómodo que lo caracterizó durante décadas.

El aumento sostenido de su gasto militar, que se encamina al 2 % del PIB, la adquisición de misiles de largo alcance y la aceptación abierta de una doctrina de “contraataque” marcan una ruptura histórica.

Tokio ya no solo piensa en defender su territorio, sino en disuadir ofensivamente a sus potenciales adversarios. Desde la mirada china, ese giro no es........

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