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Cuando el nepotismo se disfraza de feminismo

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18.12.2025

La lucha de las mujeres por acceder al poder no empezó ayer ni nació de una concesión graciosa del Estado. Ha sido una batalla larga, desigual y muchas veces silenciosa. En México, uno de los hitos fundamentales ocurrió el 17 de octubre de 1953, cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó el decreto que otorgó plenitud de derechos ciudadanos a las mujeres, reformando los artículos 34 y 115 de la Constitución, para que pudieran votar y ser votadas. Ese avance no fue producto de cuotas ni imposiciones, sino de décadas de presión social, organización y exigencia política de mujeres que reclamaban igualdad jurídica y política.

A partir de ahí, muchas mujeres han llegado a los más altos cargos por méritos propios, no por decreto.

La propia Claudia Sheinbaum, hoy presidenta de la República, construyó una carrera académica, científica y política antes de competir y ganar en las urnas. Ahí está también Rosa Icela Rodríguez, exsecretaria de Seguridad, titular de Segob, y una de las mujeres más capaces del servicio

público; Luisa María Alcalde fue secretaria de Gobernación y cuenta una trayectoria de luchas sociales que la impulsaron en Morena; además de Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de la Mujer, una compañera de muchas batallas de la 4T. Todas tienen en común que llegaron por capacidad,........

© El Heraldo de México