El triunfo apabullante de Claudia Sheinbaum y el voto masivo a favor de Morena representa el fin de una época y el nacimiento de otra. Aunque en 2018 se dieron las primeras pinceladas con la elección de López Obrador, el domingo se profundizó el apoyo a un nuevo modelo de gobernabilidad política y social.
Ganó el deseo de continuidad y el castigo “moral” a las clases aspiracionistas que AMLO llama “conservadores”, un enemigo amorfo que ha servido para exaltar los deseos de revancha social. Sí, hubo voto oculto, pero era a favor de Morena.
Se ha menguado y casi aplastado el paradigma de la transición democrática que inició a fines de los años ochenta: la lucha para generar un sistema de control del poder presidencial para contener su abuso. En su lugar, florece un modelo de concentración con fines distributivos y de “transformación”. Concentrar poder para transformar la........