Blindaje y paranoia: La defensa del agrónomo desde el Infonavit |
Algo inquietante se respira en los pasillos del Infonavit. No es sólo el incremento súbito de camionetas blindadas, ni los cristales antibalas recién instalados en oficinas estratégicas. Tampoco es casual que el acceso al comedor ejecutivo —antes abierto y cotidiano— hoy esté restringido únicamente a un pequeño círculo de confianza.
Tan marcado es el clima de tensión que empleados describen el edificio como un “búnker administrativo”, un espacio donde la desconfianza se volvió norma. Pero detrás de ese blindaje hay un temor abstracto.
Romero, el agrónomo –dicen quienes lo conocen–, siempre entendió que la influencia en México se construye a partir de símbolos: protegerse, rodearse de los leales, controlar los espacios exclusivos.
Oficialmente, la narrativa sugiere que el refuerzo de seguridad responde a riesgos derivados del convulso escenario político de Tabasco. Se menciona el caso de La Barredora y el papel de Javier May, operador de varias campañas obradoristas, como detonante del nerviosismo.
Peeero, fuentes cercanas al propio Infonavit señalan que la historia real va por otro lado.
El blindaje físico, dicen, coincide milimétricamente con movimientos dentro del sector energético.
Y eso conecta nuevamente a Romero con su viejo tablero.
El ajedrez del poder: Pemex Exploración y Producción........© El Financiero