Desafíos de la nueva administración

La transmisión de poder es inminente. La capacidad que tenga la nueva administración para impulsar una agenda que encuentre bases firmes en la lógica y la razón, y en la realidad a la cual habrá de aplicarse, será un detonador para que los mercados reciban dicha transmisión con repudio o beneplácito. Un tropezón al inicio del sexenio constituye uno de los peores presagios para el país, por gozar de experiencia muy probada en ese renglón.

Desde luego que la posibilidad de que el Plan C se apruebe sin más trámite, y se imponga la agenda totalitarista que al inicio del año anunció el Presidente López Obrador, ya dio muestra de ser una mala idea. Tan pronto como se conozca más ampliamente el frágil estado de las variables que sostienen la economía nacional, la añadidura del plan de sometimiento de la Suprema Corte de Justicia como sello de arranque del nuevo gobierno, se convertirá en el vaticinio inobjetable de la pronta llegada del bolivarianismosudamericano a México.

A la espera de que eso no suceda, y de que prevalezca la sensatez ante a esta desbocada resaca producida por la fiesta electoral, no dejamos de ver la importancia que reviste entender, como parte del nuevo modelo de país........

© El Financiero