El magistrado, la procuradora, y sus maromas

Las recientes fotos de la procuradora Margarita Cabello y el presidente de la Corte Constitucional, José Fernando Reyes, en momentos en que exhiben el texto de un “memorando de entendimiento para lograr el efectivo cumplimiento de los fallos (de tutela)…”, parecieran ser una parodia de actores de teatro, pero no: sí se trataba de los dos altos funcionarios (ver). Posaron sonrientes, aunque muy en serio. Suena estrambótico que quienes han sido investidos con autoridad firmen un documento en que se estipula que harán acatar, del Estado que ellos representan, las decisiones tomadas por el Estado que ellos representan (disculpen el juego de palabras). Cabello y Reyes no ignoran que del dicho al hecho hay mucho trecho (ver), pero no debería extrañarnos que algo así ocurra en un país como el nuestro, en donde las apariencias son más importantes que la realidad. En ese evento pueril que no implica ninguna solución eficaz para evitar la burla a las decisiones judiciales, se refleja la inveterada hipocresía que practica la Colombia citadina, incluidos, por supuesto, los miembros de las cortes y del Ministerio Público. En primer lugar, hay que recordar que la doctora Cabello, con fama de mayor pericia en clientelismo y repartición de contratos que en materias jurídicas, sale de su cargo dentro de........

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