En la noche del primer sábado decembrino, con el carrito de mercado casi lleno, esperaba en el segundo lugar de la fila en la única caja de un supermercado. La otra registradora estaba destinada a atención preferencial. Detrás de mí, aguardaban tres hombres, cada uno con su propia canasta de víveres.
El primero de la fila era un joven de unos 28 años: bermudas, chompa con capucha, tenis y gafas gruesas, una sutil evocación de la serie The Big Bang Theory. Descargó sobre la banda los dos artículos que iba a comprar. A un lado puso su celular. No miraba a la cajera, solo a la pantalla, absorto en un juego de ajedrez.
Después de registrar la compra, la empleada señaló la caja para que el cliente pagara. Fracasó. Entonces le dijo el precio y él, sin levantar la cabeza, le indicó con la mano izquierda que esperara un momento. Con el índice derecho amagaba movimientos sobre las cuadrículas del juego. Ella ajustó el cuello de su uniforme, me miró intrigada. Le sonreí, yo tampoco entendía. Mientras él pensaba su estrategia, todos poníamos a prueba nuestra paciencia.
Pagó.
“¡Se me olvidaban los servicios! ...”. Y giró de nuevo hacia la registradora. Sin apartar los ojos del tablero, sacó la cuenta. Las baldosas negras y blancas del local parecían convertirse en la lava lenta de un volcán, listo para la erupción.
Los señores de la fila comentaban: “Uy, hermano, ¿dónde estará la cámara escondida?”. “Esto tiene que ser un experimento social”, decía en voz alta el último de ellos. Casi 25 minutos duró esta hipérbole que no daba ni para la furia.
Leo Cooperación o extinción (Penguin Random House, 2020), una pequeña compilación de cinco conversaciones y discursos de Noam Chomsky, profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en los que considera las tres grandes amenazas existenciales de la especie humana: el cambio climático, las armas nucleares y el socavamiento de la democracia. Activismo, desobediencia civil, burbujas culturales, negacionismo y olas migratorias son algunos de los asuntos expuestos para revelar el momento crítico que vive la humanidad.
El actor y dramaturgo Wallace Shawn le pregunta a Chomsky: “Muchos de quienes están al tanto de las consecuencias de una guerra nuclear y del cambio climático son gente culta que genera antipatía a un gran número de ciudadanos. ¿Tienes alguna reflexión sobre cómo…? Es decir… Hay una diferencia de clase entre los votantes de Trump que se ríen ante la idea del calentamiento global y el cambio climático y la gente con estudios y quizá mejor situación económica, hacia la que aquellos sienten resentimiento; ¿cómo hacemos para llegar a esas personas?”.
Con su respuesta, Chomsky se sumerge en el asunto medular, desde lo micro hasta lo macro: la fractura de las ciudadanías. “Estamos en una sociedad muy atomizada, la gente está muy aislada, ensimismada, antes por la televisión, ahora por los móviles o los iPhones o lo que sea. La ciudadanía está muy atomizada, muy aislada, lo que hace que se sienta muy vulnerable”.
El egocentrismo, con su jaque a la civilidad, es la más íntima amenaza a la supervivencia planetaria. Es el ensimismamiento de Kasparov en el supermercado: proteger a un rey mientras los peones esperan para preparar la cena.
En la noche del primer sábado decembrino, con el carrito de mercado casi lleno, esperaba en el segundo lugar de la fila en la única caja de un supermercado. La otra registradora estaba destinada a atención preferencial. Detrás de mí, aguardaban tres hombres, cada uno con su propia canasta de víveres.
El primero de la fila era un joven de unos 28 años: bermudas, chompa con capucha, tenis y gafas gruesas, una sutil evocación de la serie The Big Bang Theory. Descargó sobre la banda los dos artículos que iba a comprar. A un lado puso su celular. No miraba a la cajera, solo a la pantalla, absorto en un juego de ajedrez.
Después de registrar la compra, la empleada señaló la caja para que el cliente pagara. Fracasó. Entonces le dijo el precio y él, sin levantar la cabeza, le indicó con la mano izquierda que esperara un........
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