Dictadura de mayoría
"Lo malo no deja de ser malo porque la mayoría lo comparte".
Lev Tolstoi, Una confesión
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Ciudad de México.- El presidente López Obrador ha logrado la reforma judicial que quería. Es una pésima reforma, por supuesto. Las elecciones al poder judicial serán tan despreciadas por los electores en México como en Bolivia, y mire que en Bolivia el voto es obligatorio. A través del poder de seleccionar a los candidatos el gobierno impondrá a todos los jueces, magistrados y ministros. El Tribunal de Disciplina se encargará de que ningún juzgador se desvíe de las instrucciones que se emitan desde Palacio Nacional. La división de poderes que establece el artículo 49 de nuestra Constitución será para todos los propósitos prácticos letra muerta. La corrupción aumentará ante la falta de jueces independientes.
Ni siquiera estoy seguro de que el presidente quisiera reimplantar el régimen de partido único que recuerda con tanta nostalgia de su juventud en los años setenta. Su reforma........
© El Diario
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