El arte de soltar lo que nos daña

Hay instantes en la existencia en los que sentimos que cargamos más peso del que podemos soportar. No es solo el peso del pasado, sino también el de esas partes de nosotros que parecen sabotear lo que más anhelamos: la paz, el amor, y la serenidad.
En silencio, muchas veces, pedimos a Dios, al universo —o a la inteligencia superior como cada cual concibe— que nos ayude a dejar atrás eso que ya no somos o que no queremos ser. Una sana petición sería que Él nos libere de esos defectos de carácter que, aunque familiares, se han vuelto obstáculos en el camino hacia una vida más plena. Este proceso comienza con una profunda honestidad.
Reconocemos entonces que hemos cometido errores. Que no siempre hemos sido la mejor versión de nosotros mismos. Pero en vez de quedarnos atrapados en la culpa, decidimos asumir la responsabilidad por nuestros actos. Miramos hacia........

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