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Hagámonos pasito doctor
Clausewitz, el teórico prusiano de la guerra, dijo que “La guerra no es sino la continuación de la política por otros medios”, frase que muchos han modificado con aquella de que “La política es una forma civilizada de hacer la guerra”, sea la una o la otra, el denominador común es la confrontación.
El antagonismo, algo que en nuestro entorno se ha nominado como “la polarización”, es el estribillo que repiten, con el actual gobierno, quienes creen que es mejor no correr porque no es para eso; son o cómplices, o creen que el estado de cosas se resolverá sin costo alguno.
Santos, en reciente entrevista, dijo que la solución a la tragedia de Venezuela, y a la crisis que ha desatado el gobierno de los Estados Unidos, es repetir la fórmula de su fracasado acuerdo con las FARC, es decir no juzgar ni a Maduro ni a su cartel por sus crímenes, permitirles conservar las fortunas acumuladas de manera corrupta, y darles un salvoconducto.
Dice la sabiduría popular: sigue haciendo lo que estás haciendo y seguirás consiguiendo los mismos resultados, el no enjuiciar a los criminales y entregarles curules, sueldos, prebendas y privilegios no da paz y por el contrario favorece la guerra, tal como nos lo enseña nuestra historia.
Pienso entonces que, si la polarización es la causa, la alternativa es negociar, como lo han tratado todos los gobiernos, desde el fin de la guerra de los mil días, en 1.902, si lo único que se buscara fuera terminar con el desgraciado derramamiento de sangre y el imperio de los fusiles, eso es lo que hemos venido haciendo con repetido fracaso.
Sin embargo ahora nos encontramos, además del recrudecimiento de la violencia, con que han aparecido nuevas condiciones, las cuales complican aún más el panorama, la corrupción, la maldita plaga que hoy es norma en gran parte del mundo, también a nos azota y ha permeado todo el........