El cerebro ideológico (2)

Iván Tabares Marín

A mis amigos les he recomendado libros maravillosos como Ideas, de Peter Watson (con 14 ediciones) y Decadencia, de Michel Onfray; todos los textos de Steven Pinker, los últimos cuatro de Yuval Noah Harari y todos los de Byung-Chul Han. Sin embargo, aunque el libro de la joven científica Leor Zmigrod tiene alguna falla importante, que señalaré al final de este artículo, creo que es uno de los libros más trascendentales que he leído y que recomiendo porque nos permite entender la condición humana, el futuro de nuestra especie y el fin de los grandes relatos o de todas las ideologías.

Nuestro desafío es planteado por la autora: “Mientras no descubramos como se transforma el cerebro bajo las garras de las doctrinas ideológicas, no podremos gozar de una libertad auténtica”. Y continúa: “Cuando nos venden una ideología, nos dicen que es inmutable y atemporal, pero, en realidad, todas ellas son muy fluidas y móviles”. En otras palabras, no hay ninguna ideología política, religiosa o de cualquier otra índole que merezca el asentimiento absoluto de un ser humano, mucho menos ahora cuando tenemos investigaciones científicas sobre las ideologías. “Una ciencia de la ideología puede ayudarnos a cuestionar nuestros ídolos, nuestras metáforas y nuestras mitologías imaginarias”, dice Leor.

Las ideologías nos dan descripciones absolutistas del mundo y la sociedad, y nos ordenan, cuando creemos en ellas, cómo debemos pensar, actuar e interactuar con los demás, pero muy pocos saben el significado de sus principios como conservadurismo o fascismo, progresismo o........

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