Pragmatismo

Ciudad de México.- "¡Eres un canalla, un infame, un desgraciado, un malnacido, un ruin! ¡Lárgate inmediatamente de la casa!". Esas palabras de gran peso le enrostró doña Macalota a don Chinguetas cuando al llegar de un viaje lo sorprendió en la alcoba refocilándose con una morenaza de opulentas formas y sinuosos movimientos de odalisca o hurí. A las invectivas de su esposa, y a su demanda de que saliera del domicilio conyugal, respondió el casquivano señor con un reproche: "Qué injusta eres, Macalota. Yo a ti te perdoné cuando chocaste el coche". Dos amigas fueron a comer en restorán. Antes del condumio se tomaron un par de copas, y después varios carajillos y un licor digestivo, también llamado bajativo. Llevada por esas libaciones una le confió a la otra: "Me acosté con mi marido antes de casarme con él". Movida por el mismo impulso etílico manifestó la otra: "Yo también, pero no sabía que se iba a casar contigo". La esposa del señor Pitt O'Kaido tomó clases de pintura, a consecuencia de lo cual hizo una pintura llamada "San Jorge y el dragón", a la que debió añadir sendas inscripciones: "Éste es San Jorge" y "Éste es el dragón". Su marido le pidió: "Haz mi retrato". Con áspera acrimonia respondió la mujer: "No........

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