Manipulaciones fraudulentas

Ciudad de México.- La mamá llevó a su pequeña hija a un museo de arte. Ahí la niñita vio una estatua de Apolo sin la consabida hoja de parra, de modo que nada le estorbó mirar el atributo masculino. Le preguntó a su madre: "¿Qué es eso?". Respondió la señora, conturbada: "Es algo que los hombres tienen". "Yo la quiero" -pidió la pequeña. Le dijo su mamá: "Si te portas bien, cuando crezcas tendrás una". Inquirió la chiquilla: "¿Y si me porto mal?". "Si te portas mal -suspiró la señora- tendrás muchas". Jock McCock, joven granjero, llevó a pasear por el campo a Daisy Mae, linda muchacha campesina. En un prado observaron al toro semental, que cumplía su función con una vaca. En tono insinuativo le dijo Jock a Daisy: "Me gustaría hacer lo mismo que ese toro". "Hazlo -autorizó ella-. La vaca es tuya". No creo en cuestiones esotéricas. Confieso, sin embargo, que en tiempos de mi primera juventud compré en el mercado de Villahermosa, Tabasco, dos jabones taumatúrgicos, uno de nombre Cortalenguas, que protegía de calumnias y murmuraciones, y el otro llamado Evanó, usado para evitar las acechanzas de una mujer mala. (El primer........

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