Haciendo como que trabajan |
Ciudad de México.- Afrodisio, galán concupiscente, y Dulcibel, muchacha complaciente, pasaron la noche en el departamento de él. No diré que durmieron juntos, pues no pegaron el ojo en toda la noche. Por la mañana Afrodisio se dispuso a cocinar el desayuno. Le preguntó a la chica: "¿Cómo te gustan tus huevos?". Respondió al instante ella: "Sin fertilizar". Pepito le planteó una cuestión a su pequeña amiga Rosilita: "Bueno: ¿quién es el sexo opuesto? ¿Tú o yo?". Fueron los dos a un día de campo, y Pepito sintió ganas de hacer pipí. Se abrió la braguetita, se sacó su cosita y sin más trámites hizo lo que tenía que hacer. Rosilita vio con interés la acción -nunca había visto hacer eso a un niño-, y observó que su amiguito no había tenido que bajarse el pantalón ni el calzoncito, y que ni siquiera necesitó sentarse. Dijo con admiración: "¡Mira! ¡Qué práctico!". De chiquillos embromábamos al primo Teofilín, menor que nosotros. En el rancho donde vivía le cantábamos a coro: "¡Filito mea sentado!". Replicaba él con enojo: "Parao, qué" A mis años pocas cosas puedo ya sostener, pero sostengo la idea de que nadie tiene por qué andar averiguando lo que con........