¡Sálveme, hermana!

Ciudad de México.- Afrodisio Pitongo, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, le hizo en el Bar Ahúnda cierta proposición salaz a una bella mujer que bebía su copa en la barra. "Retírese -le ordenó ella-. Soy una dama". "Lo sé -replicó el lúbrico sujeto-. No le iba a pedir eso a un caballero". Lady Loosebloomers fue a visitar a su chofer en el hospital. La recepcionista le preguntó: "El paciente ¿es su marido?". "¡Claro que no! -se ofendió milady-. Es solamente mi amante". Una linda chica abordó el autobús. Venía lleno, de modo que no encontró dónde sentarse. Se dirigió a un pasajero: "Señor: estoy embarazada. ¿Sería usted tan amable en cederme su lugar?". "Claro que sí -contestó inmediatamente él poniéndose de pie-. Siéntese, por favor". La muchacha ocupó el asiento. Le dijo el señor: "Perdone. Soy ginecólogo, y no advierto en usted ninguna seña de embarazo. ¿Cometeré indiscreción si le pregunto cuánto tiempo tiene de embarazada?". Con voz de cansancio respondió la muchacha: "Calculo que una media hora". Jactancio Elátez, individuo machista y altanero, le preguntó a su esposa, retador: "Si los hombres........

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