El Olfato |
Hasta hace poco me he percatado de la importancia del desarrollo de uno de mis sentidos, del cual – a propósito – nunca antes había estado tan consciente y, en especial, su incidencia en mi vida, su majestad El Olfato.
Cada uno de los sentidos desempeña un rol clave y complementario al resto del gran sistema perceptivo. Este actúa de manera integral cual maravilloso panel fisiológico de control ultramoderno, ofreciéndonos la posibilidad de observar, sentir, degustar, escuchar y olfatear el universo que nos rodea, soporte sin equanum para la evolución de la especie, exquisito dispositivo natural necesario para el desarrollo personal, social, la interacción con la naturaleza y muchísimo más.
Pese a que gradualmente he tomado conciencia de ello, en contraposición a la automatización a la que por el hecho de existir se nos ha conducido – dando todo por sentado, subvalorando en ocasiones el milagro de vivir, aislándonos por completo de la capacidad de asombro que representa el solo hecho de estar – jamás como hasta hoy había apreciado tanto el sentido del olfato. Es más, recuerdo que en una ocasión, compartiendo con un grupo de amistades, alguien lanzó el siguiente interrogante ¿Si por alguna razón tuvieran que renunciar a un sentido, cuál sería? Tonto de mí en ese momento de mi existencia cuando no dude en afirmar que el olfato. Que equivocado estaba.
Mi memoria olfativa me ha reclamado esta afirmación, proveniente entonces de un........