LA CIUDAD PERFECTISIMA |
En 1933, cuando Pereira era apenas un pueblo grande, Le Corbusier, gran arquitecto, escribió un libro titulado “La ciudad radiante”. En esas páginas receta la muerte para las ciudades irracionalmente desarrolladas, carentes de ejecutores responsables, insalubres y ofensivas al sentido estético. Desde el siglo pasado se sabía pues que no estamos condenados al orden de los pueblos españoles: trazados alrededor de una plaza central, en la cual situaban la iglesia y el edificio municipal. Con un comercio que llenaba de toldos esa misma plaza y pasaba con el tiempo a las calles aledañas. Más adelante se añadían avenidas periféricas, según el flujo de los nuevos medios de trasporte. Tal ha sido el panorama de........