Club privado |
El dinero abre todas las puertas, pero también cierra algunas. La falta de él, vaya. Las de los clubes privados, por ejemplo. No he pisado ... ninguno, que solo he sido socia de Círculo de Lectores, pero debe de ser un parque de bolas para ricos. O para aspirantes a serlo, de los que van allí a «cultivar redes». A echarlas, más bien, por si cae algún pez gordo despistado. Por mí, fetén. Cada uno en su casa y Dios en la de todos. También en las sedes de los pijos con pasta, esos espacios privados, lujosos y finísimos que han surgido como setas en las grandes capitales europeas, sobre todo en........