Ahora a combatir el nazismo desde Alsacia

Pío Baroja siempre encontraba personajes atrabiliarios para sus novelas. De conocer al futuro doctor honoris causa de la Universidad de Berlín, le hubiera hecho una novela a su medida y donde el modelo habla de resistencia, para Baroja sería la buena estrella, como la del capitán Chimista. Uno de joven tuvo oportunidad de comprobar en Munich que nadie era capaz de indicarle cómo llegar a Dachau, y en Tegernsee, de saber de qué no se hablaba. La repetición de desplantes al Rey de España, no provenía de una pulsión largocaballerista, sino del magma bullicioso de su psiquismo. Lo que se permite con el rey, se lo hizo también al presidente del grupo mayoritario del Parlamento europeo, el........

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