No hay vuelta atrás |
Todo el país estuvo sufriendo durante meses la escasez de combustible, expresado en interminables colas, pérdidas de carga, agotamiento de conductores, y, sobre todo, produciendo un grave daño a la economía nacional imposibilitada de exportar.
Ante semejante espectáculo tan desastroso, no hubo un candidato serio a la Presidencia en las últimas elecciones, que no afirmara la necesidad de tomar medidas urgentes para terminar con los subsidios de los hidrocarburos, además de otros desastres que dejaron las administraciones de Evo Morales y Luis Arce Catacora, abandonando a Bolivia convertida en una cloaca, al decir del presidente Rodrigo Paz.
Cuando existían las colas que se extendían por kilómetros en las angostas carreteras del país, provocando toda clase de problemas en el tráfico y en la humanidad de choferes y viajeros, se rogaba por combustible, viniera de donde viniera y al precio que fuera. Estaba en la boca y en la conciencia de todos de que el combustible más caro era el que no existía. Aunque además de las largas filas, los “evistas” no desaprovechaban la oportunidad de aplicar su enfermiza........