Cara a Cara

“Esto ya no sirve”. De manera despectiva, el micrero rechazó las moneditas de 10 centavos que le entregué para cancelar mi pasaje. Guardó el peso, acomodó la moneda de 50 centavos y, sin reparo, lanzó las otras por la ventana. Opté por sentarme y hacerme el ‘sonso’. En estos días que nos toca rascarnos los bolsillos, ver ese desprecio del conductor de la línea 38 me........

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