Cara a cara |
Luis Arce encarna hoy una de las transiciones políticas más abruptas de la historia reciente del país. De haber cumplido apenas cinco años en el poder, pasó a cumplir cinco meses de detención preventiva. El vértigo de ese cambio no solo refleja la fragilidad de su liderazgo, sino también la velocidad con la que el poder puede convertirse en vulnerabilidad cuando los expedientes comienzan a pesar más que los discursos.
El presidente se presentó como el abanderado de la industrialización, pero terminó gobernando en medio de la inflación persistente y un deterioro evidente del bolsillo de la gente. Las promesas de progreso chocaron con la vida........