Yo apoyo el gasolinazo

Se lo veníamos reclamando. Le pedíamos que gobierne, que muestre liderazgo, valentía y sentido de urgencia… se le estaba acabando la luna de miel... Un mes y diez días después, Rodrigo Paz escuchó y empezó a gobernar. Hizo finalmente lo que tenía que hacer y a partir de ahora podemos alimentar la esperanza de que el país podrá ser viable una vez más.
El decreto no es perfecto ni mucho menos. Hay mucho que se puede criticar, y lo haremos más adelante, pero nada opaca su virtud: haber acabado (o casi acabado) con la subvención a los combustibles. Esto era ineludible e impostergable. La subvención le costaba al gobierno alrededor de $us 2.000 millones al año y representaba la mitad del déficit fiscal. Sin eliminar la subvención era imposible eliminar los déficits fiscales y sin eliminar déficits fiscales el Banco Central tendría que haber seguido imprimiendo Bs. para cubrirlos. Eso hubiera causado más inflación y una profundización de la crisis.


El decreto ataca la subvención además con una política de shock universal que era lo más recomendable. Hacerlo gradualmente hubiera significado seguir solventando déficits y seguir pidiéndole prestado al Banco Central. También hubiera significado seguir perdiendo mucho combustible por desvío al contrabando y enfrentar distorsiones especulativas a medida que la gente actualizaba sus expectativas. Una política de shock es dura, pero nos ahorra todas esas preocupaciones. Que el incremento haya sido además universal,........

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