Kast: un hombre aparte

¿Dónde encontrar misterio en una persona que no esconde casi nada? ¿Cómo encontrar encanto en un hombre que ha hecho de su falta de carisma su principal arma de combate? Las preguntas pueden parecer frívolas, pero son esenciales a la hora de convertir a este eterno candidato que no calienta a nadie pero espanta a muchos, en un monarca, ojalá gentil, capaz de enorgullecernos a todos.

Viajes controvertidos, gestos republicanos, una afabilidad que nadie esperaba con un pasado que parece querer incorporar como propio. Un Kast concertacionista es un sueño improbable que a ratos el propio José Antonio Kast deja acariciar, aunque es difícil olvidar que su vida política fue casi siempre una guerra abierta contra la Concertación en todas sus formas, políticas, culturales, simbólicas. Una guerra que continuó incluso después de su muerte, combatiendo en Piñera todo lo que tenía de concertacionista.

Para entender a Kast hay que ir a su cuna política, que no es otra que la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de Chile a fines de los años ochenta. Ahí, en el corazón duro de la UDI, el joven Kast tuvo por primera vez que rebatir a los primeros opositores reales al régimen, con voz y voto. Uno de ellos fue el temible Tomás Jocelyn-Holt, hoy risible, pero ayer un........

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