La enfermedad selectiva de la justicia

Cuando la humanidad llega tarde y solo para algunos, deja de ser humanidad y se convierte en privilegio. Eso es lo que hoy retrata la aprehensión de Luis Arce Catacora, exministro de Economía y expresidente de Bolivia, ahora amparado por una sensibilidad judicial que nunca conocieron sus víctimas.

Bolivia asiste, una vez más, a una escena que retrata con crudeza el verdadero rostro de su sistema judicial: la sensibilidad aparece solo cuando el poder cae preso, nunca cuando el poder persigue.

El ingreso a la cárcel del expresidente y exministro de Economía, corrupto en ambos casos, Luis Alberto Arce Catacora vino acompañado de una reacción inmediata de su defensa legal, que solicitó su libertad pura y simple.

Los argumentos expuestos ante el juez 12 de Instrucción Penal Anticorrupción fueron claros: el imputado padece cáncer, tiene 62 años de edad y está a cargo del cuidado de su madre adulta mayor. La petición invocó disposiciones constitucionales y normas que garantizan atención prioritaria a personas en situación de vulnerabilidad.

Nada que objetar desde el punto de vista humano. El problema es la memoria. Porque esa misma........

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