Eligiendo a un candidato

“…mira lo que hicieron, no lo que prometen”

La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos. Más aún, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.

El papel aguanta todo. Candidatos perfectamente ignorantes han ascendido a la presidencia de varios países con brillantes programas escritos por expertos y por asesores, pero que no correspondían al pensamiento, la capacidad y la práctica del candidato. Lo mismo aplica en el sentido contrario. Exautoridades y políticos cuya trayectoria es cuestionable, hoy se presentan como lo que no fueron ni hicieron y ofrecen ser y hacer todo lo opuesto.

Recuerdo que a principios de la década del 2000 los bolivianos opinaban que ya era tiempo de presidentes indígenas, que nunca más Bolivia podría tener un presidente que no lo fuera. Hoy, 20 años después, escuchamos decir que para salir de la crisis se debería buscar un Milei. Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario, decía Cantinflas. Bolivia debe buscar un........

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