06 de diciembre 2024 - 03:08
No pude ir el otro día a ver Nosferatu en la Filmoteca de Madrid. Me apetecía bastante, porque pese a haberla visto un par de veces nunca lo he hecho en el cine. La primera vez que la vi, en una sala de la videoteca de la Facultad de Comunicación, pensé que es imposible contar hoy historias como esa. Hay que buscar mil excusas y recursos narrativos para justificar que el protagonista, Hutter, esté aislado en un pueblo de Europa, en la era de los satélites y los móviles, sin poder comunicarse con nadie salvo por cartas que no se sabe muy bien cómo llegan a su destinatario.
Recuerdo que en una escena le escribe a Ellen, su mujer. Sus palabras deben superar muchos obstáculos, la misma distancia que hoy parece pesar tan poco. Está hablando con el aire y el recuerdo, con la........