El parque público de viviendas en alquiler social apenas alcanza los 300.000 inmuebles / JORDI COTRINA
Tienes que odiar a tu casero. Y no solo odiarlo con ganas, sino dejar de pagarle el alquiler. Eso si eres inquilino. Y si estás en el lado de los caseros, has de despreciar que quienes no pueden aspirar a un techo se manifiesten y se organicen en un sindicato de inquilinos. Has de elegir bando porque la guerra entre inquilinos y caseros ya se está librando. Solo un pequeño detalle a los soldados de ambos ejércitos: gane quien gane esa batalla, el insoportable problema de la vivienda en España seguirá estando ahí.
El colectivo Ideas en Guerra lanzaba la semana pasada una campaña con ese eslogan: “Ama a tu vecina, odia a tu casero”. Una frase impactante........