Un grupo de españoles celebra el triunfo sobre Italia en la Eurocopa. / Associated Press/LaPresse
A las once y media de la noche, en mitad de la oscuridad más absoluta, sin alumbrado público, miles y miles de personas se apretaban en torno a las marquesinas de autobús. Algunos se lanzaban a las ventanillas de los taxis ocupados para rogarles que les hicieran un hueco y los sacaran de allí. Nuestro conductor veía nuestras caras de asombro y sentenció: no sé a qué esperan porque por aquí no va a pasar ningún taxi libre, ningún autobús y los trenes no funcionan.
Les estoy hablando de lo que viví en Alemania hace unos días. Tuve la suerte de asistir al partido España- Italia de la Eurocopa que se diputó en Gelsenkirchen. Una pequeña ciudad industrial, sin apenas vida, ni hoteles y con un transporte........© El Correo de Andalucía