El poder del hábito o la estafa de las monjas

Desde que Whoopi Goldberg se enfundara en unos hábitos para esquivar a unos delincuentes peligrosos y revolucionara un convento con sus habilidades cabareteras en la ficción, ninguna congregación había congregado —tenía que hacer el juego— la atención del público de manera semejante. Las monjas del convento de Belorado (Burgos) se han convertido en el culebrón de la primavera 2024, una historia que lo tiene todo, cisma eclesiástico, trama económica, posicionamiento político, dos curas fake y sobre todo, la sensación de que hay algo que nos estamos perdiendo.

No les voy a contar la trama, que seguro que usted ya la conoce. Sinceramente, en mi opinión, estas monjas son más listas que dios. Una vez se vieron involucradas en un proceso judicial por impago del convento que habían adquirido, consideraron que era mejor ser las monjas cismáticas o rebeldes que las monjas morosas. Así que, en una maniobra de distracción como las que solemos ver habitualmente en política, decidieron abjurar, así de forma repentina, de la Santa Madre Iglesia por motivos ideológicos. Pero, ¿desde cuándo las monjas clarisas en lugar de votos de pobreza, obediencia y castidad hacen ponencias políticas sobre los posicionamientos vaticanos?

La estrategia comunicativa es perfecta. En tiempos de polarización política, en los que la extrema derecha acusa de rojerío a cualquier postulado que no huela a naftalina y alcanfor; a cualquier opinión que critique las dictaduras o que abogue por la igualdad; la estrategia de distracción de las monjas de Belorado, apoyadas por dos curas, que no son curas, pero sí son evangelistas de Vox, pasa por posicionarse como las guardianas de las esencias eclesiásticas frente a un Papa que es acusado de comunista y ateo.

Y ya les digo, que ha tenido éxito. En todas las tertulias informativas, las monjas aparecen como las hermanas hartas de que la Iglesia se haya convertido en parte fundamental del consenso progre. Si ustedes miran los seguidores en las RR. SS. de las monjas de Belorado, comprobarán las bases de mi teoría. Eso sí, muy pocos hablan de cómo estas monjas realizaron una compra a un convento a las clarisas de Vitoria y las han intentado estafar.

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