La Navidad también es un éxito de Pedro Sánchez

Triunfalismo es poco. Sánchez no sólo es responsable de todo lo bueno que pueda suceder en España. Ayer también nos dijo que aunque no podamos advertirlo, porque se trata de cosas que no han acaecido, es gracias a él que en España no se suceden las desgracias. El presidente ha dado el paso al encumbramiento definitivo: es ya un superhéroe.

Lo que va bien es mérito suyo. Y lo que va mal iría peor con otros, porque cualquier otro Gobierno sería un imán para todo tipo de desgracias que convertirían el suelo patrio en un solar si él, faro de occidente como demostró en Marruecos el pasado fin de semana, no siguiera empeñado en evitarlo con su abnegado sacrificio.

Así que ya sabe, si usted ejerce de anfitrión esta noche y la cena de Navidad resulta estupendísima, no se lo agradezca a los comerciantes que le han vendido el género o al buen humor de los invitados. Tampoco caiga en la tentación de felicitarse a sí mismo por sus dotes culinarias. Escriba una carta a la Moncloa y dele las gracias al presidente del Gobierno. Suyo será sin duda el mérito.

Al presidente le chifla el periodismo, ya sea para condenarlo en la hoguera o para utilizarlo como espejo a quien preguntar, como hacía la madrastra del cuento, ¿quién es la más guapa?: ¡Tú, presidente!.

Sánchez hace balance del año

Ayer, de nuevo el papel de espejito fue de nuevo para la portada de The Economist que recién ha concedido el título mediático a España de economía avanzada con mayor crecimiento. La turra con el semanario de marras es ya espectacular. Pero vaya con tino el presidente con esta borrachera de autoestima a cuenta de una portada. Ya explicamos aquí el pasado viernes los motivos por los cuales no hay coincidencia entre el crecimiento macroeconómico y la realidad de muchos ciudadanos.

Dejando de lado The Economist, ese nuevo Dios al que adorar, Sánchez volvió ayer a insistir de nuevo en que gobernará hasta 2027. Cuando es el propio presidente el que una y otra vez, sea en broma, sea en serio, insiste de modo recurrente en que agotará su mandato, es señal de que ese gobernante está permanentemente recalibrando todas las opciones.

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Llegaron también con la comparecencia los mimitos explícitos a Carles Puigdemont. Los exigió el líder de Junts para antes de Nochevieja y ya están aquí. Sánchez le prometió ayer una reunión, también a Oriol Junqueras, que deberá ser en Bélgica y que tendría que servir, ya veremos si es así, para desengrasar la tramitación de los primeros presupuestos de esta legislatura.

La fotografía, el reconocimiento de Carles Puigdemont -no de........

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