El progresismo es también querer salvar a tu hija

Quizás el lector recordará que a principios de agosto un juzgado de Barcelona suspendió in extremis la práctica de la eutanasia a una joven de 23 años tan solo veinticuatro horas antes de la hora en la que estaba prevista su ejecución.

Fue el padre, a través de la asociación de Abogados Cristianos, quien peleó esa suspensión. La jueza envió el asunto al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para que fuera este órgano el que se pronunciara sobre el fondo del asunto. Mientras tanto, la ejecución de la eutanasia quedó en suspenso. Más de un mes y medio después, el TSJC se ha declarado no competente y ha vuelto a pasar el balón al juzgado de origen. Será este quien, ahora sí, deberá entrar en el fondo del asunto y resolver la cuestión.

Una corriente de opinión, en nombre del supuesto progresismo, ridiculiza o ataca directamente la postura del padre. Bien porque su representación ante los juzgados la lleva la asociación de Abogados Cristianos, bien porque simplemente se considera que él no es nadie para interferir en la voluntad de su hija.

Sobre lo primero, estamos ante lo de siempre. Como si profesar una religión desde una óptica conservadora invalidase el derecho a luchar por lo que se cree justo. Habrá que aceptar con naturalidad que un padre, católico, musulmán, judío, hinduista o bombero torero, tenga todo el derecho a luchar por la vida de su hija, aunque esta haya decidido ponerle fin. Algunos todavía pensamos que está más cerca del progreso un padre que batalla por la vida de su hija que el que se queda de brazos cruzados ante una decisión irreversible que considera equivocada.

Paralizan la eutanasia de una joven a petición de su padre

Sobre lo segundo, el interés legítimo o no del padre para interferir en el derecho de su hija a solicitar al estado ayuda para acabar con su vida, Francesc José María Sánchez, uno de los abogados más prestigiosos del sector sanitario y miembro de la comisión que en Cataluña autoriza o no las peticiones de eutanasia, ha escrito un artículo mostrándose totalmente en contra. Según él, una petición de eutanasia solo incumbe a los miembros de esta comisión y a la persona peticionaria, sin que medie la posibilidad de que un tercero -en este caso el padre- pueda justificar su intromisión en el asunto. Como argumento de autoridad añade además que en este caso el dictamen de la comisión fue unánime en sentido favorable.

Estamos ante una ley muy joven que trata sobre una cuestión en la que no hay vuelta atrás: la muerte. Quizás llegará el día en el que a base de sumar pronunciamientos de los........

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