Internacionalización, el mayor reto para la empresa familiar

Las empresas familiares han sido los motores silenciosos que han impulsado el desarrollo de muchos países, y el Perú no es una excepción. En nuestro país, donde el espíritu empresarial es un rasgo cultural profundamente arraigado, el 80% de los negocios lleva el sello familiar, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estas empresas no solo generan entre el 60% y 70% de los empleos, sino que también aportan un impresionante 40% al Producto Bruto Interno (PBI) nacional. En esencia, representan la resiliencia, la adaptabilidad y el esfuerzo constante que han definido nuestra economía a lo largo del tiempo.

Sin embargo, en un mercado local cada vez más competitivo y saturado, muchas de estas empresas familiares se encuentran en un punto crítico: ¿seguir operando en lo conocido o atreverse a dar el salto hacia la internacionalización? Es en este cruce de caminos donde se decide no solo el futuro del negocio, sino también su capacidad para trascender generaciones.

Expandir una empresa familiar más allá de las fronteras nacionales no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Requiere........

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