Aunque la coyuntura nos hace pensar que las declaraciones del “filósofo” Jaime Villanueva son la “bomba” del momento, en realidad estamos ante un capítulo más de la serie (casi interminable) de fuegos artificiales que es la política peruana.
No nos confundamos. Los fuegos artificiales (mal utilizados como suele pasar muchas veces en nuestro país) tienen la capacidad de quemar, destruir y matar. No son poca cosa. Pero, en su esencia, están hechos para entretener, dar un espectáculo luminoso y ruidoso que capte la atención de nuestros sentidos por un rato. Luego terminan y sigue la cotidianeidad hasta la siguiente oportunidad en que aparezcan.
En el caso de las declaraciones de Villanueva, que echan barro a propios y extraños, estamos frente a unos fuegos artificiales de alta gama, que retumban el ambiente por diversos lugares e instituciones del país pero que, en mi opinión, durarán, como dice Joaquín........